¿Cual es el problema?
Si nos referimos a eficiencia energética, las ventanas son quizá los puntos más débiles en el cerramiento de un edificio o vivienda. Conseguir la máxima iluminación con luz solar se contrapone con el bajo grado de aislamiento térmico a través de ellas; durante el verano permiten la entrada en exceso de radiaciones térmicas en el interior del edificio, y durante el invierno son el punto por donde más fácilmente se pierde calor.
Por ello es importante que los diferentes elementos de la ventana, carpintería y vidrio, tengan la calidad adecuada para evitar las perdidas de frío y calor en el edificio y así, reducir el consumo energético a través de las mismas, para conseguir un máximo ahorro en calefacción y refrigeración, y satisfacer el requisito básico de habitabilidad relativo al ahorro de energía y aislamiento térmico, disminuyendo el consumo.
¿Cómo solucionarlo?
La solución al problema consiste en la sustitución de vidrios y/o carpinterías existentes, por otras de mejores prestaciones que las preexistentes.
Con todo ello reduciremos el consumo energético de nuestra vivienda logrando mayor confort térmico. No solo estaremos más frescos en verano y más cálidos en invierno, sino que también reduciremos el coste de nuestra factura y los impactos medioambientales.
¿Que ahorro pued obtener?
Si en nuestra vivienda tenemos perdidas energéticas por mala calidad de los vidrios de nuestras ventanas, y procedemos a la reducción de las mismas mediante sustitución de los vidrios en nuestro edificio, podemos conseguir ahorros energéticos en el consumo de calefacción y refrigeración, entre 1 y 10%.
Ejemplo: Si nuestra vivienda no dispone de vidrios de calidad, sustituyendo el vidrio en todos sus huecos, reduciremos los niveles de transmisión térmica de la envolvente del edificio, ahorrando hasta el 10% en el consumo de calefacción y refrigeración.